El proyecto Libra de Facebook ha sido debatido en las últimas semanas con mucho entusiasmo y temor en distintos escenarios de los frentes tecnológicos y en algunos espacios políticos nacionales, con especulaciones y pronósticos del futuro próximo de su blockchain y su criptodivisa. El temor no es infundado, ya se ha hablado y escrito mucho sobre el papel de las corporaciones en los gobiernos de occidente, la línea que separa a gobiernos y empresas cada vez es más sutil, organizaciones como Amazon, Apple, Google y Facebook cada día tienen más injerencia en la políticas e iniciativas de las cámaras legislativas de más peso en el mundo, por ello es importante seguir cuestionando la participación de los gigantes tecnológicos.


Siempre que se hable de Libra se hablará de Bitcoin
El objetivo y los principios de este serán totalmente lo opuesto a lo que presente Facebook, la descentralización, la libertad y la comunicación de pares estará ausente o será nula en la práctica del uso de las libras al estar vinculadas a una Red Social que buscará gestionar la información de todos los movimientos económicos de sus usuarios.
Al pensar en las posibilidades habrá apocalípticos e integrados, los primeros entienden perfectamente los peligros que entraña que una gran cantidad de usuarios en el mundo legitimen el uso de Libra, comercien con ella sin reparo en la privacidad de sus datos, por otro lado, los integrados ven con buenos ojos que la tecnología blockchain y el intercambio económico a través de transferencias por medio de los servicios-apps como WhatsApp y Messenger de Facebook permitan a millones de personas en el mundo recibir y enviar dinero, libras de Facebook. Una gran bancarización facebokeana se viene en los siguientes años, por medio de Libra, tendremos a miles y millones de personas que no tendrán cuentas bancarias, pero si el acceso al comercio electrónico y a las transferencias con Facebook como el principal agente económico, enviar sus libras será tan sencillo como abrir WhatsApp o Messenger, elegir un contacto, el monto a transferir y enviar, así de simple será para los usuarios. Los gobiernos nacionales deben estar discutiendo las posibilidades de prohibición y de alianza, de frenar o alentar el uso de Libra, de imponer altas tasas tributarias, o habilitar el pago de servicios públicos e impuestos con esta criptomoneda. Por ideología tenemos claro que habrá actores políticos no occidentales que pondrán barreras para el uso de Libra, y otros que tendrán que ceder para rescatar sus economías.Piensa en un escenario donde los países con una gran deuda, ya no la tengan que pagar, porque esta será pagada por el gigante de las Redes Sociales, con la única condición de que su criptomoneda conviva en libertad junto a sus monedas nacionales, a las pocas semanas se dispara el comercio electrónico en estos países, se despiden a millones de oficinistas de gobierno, ya no son necesarios, los pagos con Libra han eliminado puestos de trabajo porque una infraestructura como la de Facebook puede con eso, los gobiernos reciben el pago de impuestos en tiempo real, sin intermediarios bancarios menores, Visa y Mastercard se hacen cargo. El que no tenga cuenta en Facebook queda marginado de la gran economía digital.Los bancos tendrán que aliarse y reconfigurar sus prácticas
Los usuarios podrán ir a un Oxxo o cualquier tienda y comprar crédito, libras para su cuenta de Facebook, y así pagar los boletos de autobús, los servicios de luz, de agua potable, comprar juegos y mandar propinas en Gameroom y twitch, pagar Uber y sus datos de acceso a internet, sin olvidar la suscripción a Netflix, prime video, HBO, Filminlatino y Facebook Watch.
Los ciudadanos viviendo bajo la lógica de dos monedas, la nacional, y la libra, algunos trabajos compensarán a sus trabajadores con algunas libras, Facebook recrea a escala global el concepto de las tiendas de raya, poco a poco se deja de usar la moneda nacional, los tacos, los choripanes y las arepas en la calle ya se pueden pagar con libras, con la nueva criptomoneda de escala planetaria, las terminales de punto de venta serán cualquier dispositivo con conexión a internet y con Calibra, la wallet diseñada para gestionar las libras.